Aprieta los labios con resentimiento inexpresado / con rigor severo.
Explanation: Opciones: Aprieta los labios con mala leche. Aprieta los labios enfadado/cabreado. Aprieta los labios reconcomiéndose. Aprieta los labios reprimiendo expresar su desencanto. Aunque sí está desencantado. Aprieta los labios con resentimiento inexpresado. Está decepcionado Nos parece mal (respondiendo a tu pregunta, Wanderingstar). “Su boca se establece en una línea dura” es peor que “el coche corrupto va por la carretera*”... Pero también debo decir: “yo, como los demás marinos, también he pecado”... y “quien esté libre de pecado, que tire la primera piedra”. (Aunque tampoco podemos comulgar con ruedas de molino, por favor.) Dicho lo dicho, recuerdo vívidamente a mi hermana leyéndonos en voz alta a mis otras dos hermanas, a mi hermano y a mí, una traducción de Ben-Hur (la novela de Lewis Wallace), en una tarde veraniega a la hora de la siesta. Yo tendría a la sazón ocho o nueve años, y siempre recordaré la afirmación de que la línea de la comisura de los labios del héroe de la película (novela), se tornó rectilínea, pasó de niño a hombre (como la niña que pasa a mujer, pero distinto), cuando lo mandaron a galeras (creo), cuando la línea de sus labios pasó de tener una suave curva infantil a tener un segmento recto... que tal vez indique “determinación”... o tal vez “madurez” u “hombría”, “tener hombría” o “tenerlos bien puestos”... En otros casos puede ser simple “mala leche”. Pasaron los años y yo miraba mi boca en el espejo, para ver si la línea de los labios se había hecho recta... pero unas cuantas décadas después, yo sigo siendo el mismo “enfant terrible” de siempre (aunque al mirarme al espejo, ¡Narciso, qué narcisistas somos!, veo ahora que la comisura es casi “de tiralíneas”... salvo si sonrío o me carcajeo... cosa que hago acto seguido...) Para mí “fruncir los labios” (al hacerlo ante el espejo) me sale “cara de poner morritos”. Si los tenso, pueden quedar más o menos rectos... por lo que “apretar los labios” es lo que me parece mejor, añadiendo la modificación o adjetivo que mejor vaya en el contexto. Yo, como mi padre, creo que he heredado la habilidad (o el defecto) de poder hablar de arzobispos como de huevos fritos cambiando de tema sin pestañear siquiera. (Mi padre es uno de esos “otros catalanes”, que le escribió a Francesc Candel cuando este publicó su libro “Els altres catalans”... en el que este le alababa su habilidad de hablar del Arzobispo de Barcelona y luego hablar de como hacer un huevo frito.) (Como en los 70 había tanto inmigrante en Cataluña, los inmigrantes “querían” un arzobispo andaluz: “como somos mayoría, lo queremos de Almería”). Pero, bueno, divagaciones aparte y estando de acuerdo con las aportaciones ya dadas, en concreto con las de Beatriz, como ya he anotado, me permito soltar un par de divagaciones más, por si pueden ayudar en algo. “Y si caigo, ¿qué es la vida? Por perdida ya la di, cuando el yugo del esclavo como un bravo sacudí”... que decía Espronceda, hombre de mirada comprensiva cuyas comisuras insinúan una leve sonrisa (por lo menos en la imagen de Wikipedia). Bueno, para andar sin tiempo, ya he “rajado” bastante. Ahora me pongo serio, aprieto los labios, tenso y relajo los tensores y flexores de los antebrazos, doy cinco vueltas a las muñecas (ni que fuera a jugar a tenis, che), y sigo dándole a la tecla con mis traducciones... pero aprieto los labios sin resentimiento, sin animadversión de ningún tipo, sólo con la determinación de quien tiene un propósito y una meta que alcanzar por pequeña o grande que esta sea. Suerte, y como escribía Richard Bach (Ilusiones): Para vivir libre y dichosamente, debes sacrificar el tedio. No es siempre un sacrificio fácil.
| JohnMcDove United States Local time: 14:27 Specializes in field Native speaker of: Spanish PRO pts in category: 241
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